El Valle de México llegó a tener más de 400 mil hectáreas de bosque, actualmente queda un 5% en buen estado y un 10% afectado, así mismo en la Ciudad de México que requiere un 25% de cobertura o de dosel arbóreo le queda solo 1 o 2%.
Además de la tala masiva para urbanizar o para la venta de madera, en la ciudad también ocurre la terrible tala hormiga -es la que se sufre en banquetas, camellones jardines y parques- además de la evidente falta de arbolado existente en la ciudad, en la zona ocasiona mucho calor por la falta de sombra que suelen dar los árboles. Lamentablemente, las autoridades no hacen nada para evitarlo, pues las delegaciones suelen dar autorización o incluso cobrar “por hacer el favor” de cortar el árbol.
Aquí un ejemplo: en la Avenida Homero y Anatole France (Polanco) un hermoso Hule o Ficus fue talado porque molestaba la banqueta, lo cual, era al revés, ya que al rodearlo de concreto el árbol para sobrevivir rompió la banqueta para poder extender sus raíces y en vez de quitar el cemento y dejarle más espacio lo talaron con autorización de la delegación Miguel Hidalgo.
Un caso más grave fue la destrucción y la tala absurda que realizó el GDF en Avenida de los Misterios y en Paseo de la Reforma para poner la Línea 7 del Metrobús. Y este tipo de talas ocurren todos los días a lo largo de la ciudad, como habitantes de una de las ciudades más contaminadas del mundo es nuestro deber proteger las pocas áreas verdes que nos quedan.