Durante el seminario Sobrepeso, Obesidad y Diabetes, que se realizó en enero del 2020, la OCDE mencionó que el 73% de la población padece obesidad y de este porcentaje, el 34% sufre obesidad mórbida.
Al respecto, Zoé Robledo, director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), reportó que entre los asegurados por el IMSS la obesidad sigue aumentando, ya que sólo la obesidad, sin considerar el sobrepeso, alcanzó el 42.8% de las mujeres y a 38% de los hombres. Además, señaló que el 52% de los recursos del IMSS son destinados a enfrentar enfermedades no crónicas, como la diabetes.
José Ángel Gurría, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), advirtió que la obesidad en México es un problema muy severo, un tema ético y económico, que está afectando la esperanza de vida de los mexicanos.
También, comentó el representante de OCDE, que existe una reducción del PIB en México del 5.3% a causa de la obesidad, en comparación con el resto de sus países miembros que pierden un 3.3%.
Al respecto Ernesto Acevedo, subsecretario de Industria y Comercio de la Secretaría de Economía, declaró que el porcentaje de reducción del 5.3% del PIB equivale a $1.3 billones de pesos, lo cual es dramático e inaceptable para la economía de México. Esa cantidad, es superior al presupuesto del ISSSTE e IMSS juntos y 10 veces más grande al de la Secretaría de Salud, lo que muestra efectos perniciosos sobre la productividad y competitividad del país, además del costo para la salud pública.
Christian Skoog, representante de Unicef en México, señaló la preocupación sobre los hábitos de consumo de los niños, que se alimentan de comidas y bebidas ultraprocesadas y se están habituando a sabores cada vez más dulces debido a la exposición a ambientes obesogénicos. También mencionó la inquietud ante la publicidad dirigida a la infancia que utiliza personajes para engancharlos y atraerlos a consumir alimentos que no suelen ser saludables.
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Además de la alimentación basada en productos ‘chatarra’, los mexicanos también son los consumidores #1 de refresco a nivel mundial, lo cual es un factor en la obesidad, debido al daño que produce el alto consumo de azucares y agua carbonatada.
Sobre lo anterior, la Unicef reconoció que el etiquetado frontal que se ha propuesto con estándares internacionales protege a la niñez mexicana. Mediante políticas públicas están buscando solucionar mediante el etiquetado frontal de advertencia, la regulación de la publicidad dirigida a niños en comida ultraprocesada, y un impuesto al refresco de hasta 1 peso por litro.
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Fuentes:
https://www.forbes.com.mx/el-sobrepeso-y-la-obesidad-cuestan-5-3-del-pib-a-mexico-ocde/