Un particular compra un terreno donde tiene derecho de acuerdo al plan parcial o delegacional a construir 3, 4, 8 o más pisos, pero este sabe que, si logra construir en vez de 3 8 en vez de 8 20, etcétera, multiplica su utilidad, habiendo usado el mismo terreno. También sabe que, si por ley se le pedían que dejara libre el 10, 20 o 50%, si logra construir el total del terreno puede hasta duplicar el número de metros construidos, pero también pueden construir, si tienen las conexiones necesarias dentro de áreas verdes e inclusive en bordes de Chapultepec o barrancas, aunque sean Áreas de Valor Ambiental donde está prohibido todo tipo de construcción.

Por ejemplo, en Río Tecamachalco y en la tercera sección de Chapultepec donde las casas crecen con miles de metros que se apropian del bosque, surge la pregunta que se han hecho los vecinos afectados que, pese a denuncias, amparos, protestas, acaban ganando los depredadores desarrolladores.

El por qué está en que los niveles de corrupción son inauditos para empezar con la SEDUVI donde todo se arregla si hay pago y conexiones, luego en las áreas responsables de las delegaciones se da el mismo fenómeno y así en todos los niveles de gobierno, pero esto incluye vecinos que presiden comités o asociaciones que fungen como coyotes ya que intervienen para dar los vistos buenos de lo ilegal, e inclusive los más sofisticados tienen despachos que hacen todo el trámite legal para que jueces coludidos les den el visto bueno para construir.