Cuando una persona percibe una amenaza o se siente presionada, el hipotálamo inicia un sistema de alarma en el cuerpo, a través del sistema nervioso y hormonas como la adrenalina y el cortisol.
La adrenalina aumenta el ritmo cardiaco, la presión arterial y aumenta el suministro de energía, mientras que el cortisol favorece la producción de glucosa en la sangre, altera las respuestas del sistema inmune, digestivo, reproductor y los procesos de crecimiento.
Por ello, la frecuente exposición al estrés genera daños físicos en el cuerpo, que merman la calidad de vida de las personas como dolor de cabeza, piel seca, tic nerviosos, así como:
- Obesidad y sobrepeso: Al estar en un constante estrés, la persona no limita la ingesta de alimentos altos en calorías, ya que busca satisfacer sus necesidades emocionales. Además el aumento del cortisol provoca un aumento de insulina, que suele ir acompañado de un incremento del apetito.
- Pérdida del cabello: Esta es una de las frecuentes consecuencias del estrés, ya que se presenta por el debilitamiento de los folículos pilosos o la ansiedad de jalar el cabello para lidiar con los sentimientos negativos.
- Cansancio excesivo o decaimiento por el aumento de tensión y gasto energético.
- Depresión: Las situaciones estresantes aumentan el riesgo de padecer esta enfermedad. Los problemas para afrontar la tensión generan desgaste físico, mal humor y sentimientos de tristeza.
- Reducción del deseo sexual: La producción elevada de cortisol reduce la generación de las hormonas que alimentan la libido.
- Menstruación irregular: El estrés crónico daña el equilibrio hormonal del cuerpo, lo que induce a retrasos o ausencias del flujo menstrual. Incluso algunos estudios aseguran que las mujeres con empleos estresantes tienen riesgo 50% mayor a tener periodos cortos.
- Acné: Los altos niveles de cortisol que se generan por el estrés aumentan la producción de aceites o grasas corporales, lo que contribuye a la aparición de granos. Además puede haber descamación de la piel.
- Úlceras: El estrés altera el sistema digestivo en las personas e incrementa la producción de ácidos estomacales, lo cual favorece el desarrollo de úlceras, indigestión y malestares.
- Colitis nerviosa: La provoca el desequilibrio emocional, como el estrés, además de los cambios emocionales constantes: ansiedad, depresión, pánico, enojo, frustración, preocupación, conflictos laborales, familiares o de pareja. Entre los síntomas se encuentra la inflamación y dolor abdominal, gases, estreñimiento, diarrea, sensación de evacuación incompleta y ansiedad.
- Insomnio: Este es una frecuente consecuencia del estrés y se genera por la alteración del sistema nervioso, lo que dificulta la concentración, genera irritabilidad y falta de motivación.
- Enfermedades cardíacas: La tensión aumenta el nivel de hormonas en la sangre y acelera la presión arterial.
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De acuerdo con la página Desansiedad esto es lo que debemos hacer para irnos liberando del estrés:
- Respirar correctamente
- Dejarte sentir. Debes dejar de tenerle miedo y pensar que lo que estás viviendo es malo y por el contrario ver que es algo bueno que te está preparando para hacerle frente a lo que deseas. Si haces eso, convertirás al estrés en coraje. Hay que percibir como en momentos de mucha emoción, tu cuerpo reacciona igual que en momentos de mucho estrés. Tu corazón late, sudas, te sientes inquieto y acelerado. La única diferencia entre estos dos es el pensamiento.
- Recuerda que los síntomas físicos como las palpitaciones, sensaciones de ahogo, de no poder respirar, de hormigueos e inquietud son pasajeras.
Para más información sobre el estrés puedes entrar a los siguientes links de Desansiedad:
https://www.desansiedad.com/blog/que-hacer-con-el-estres-laboral
https://www.desansiedad.com/blog/el-miedo-detras-de-la-ansiedad
https://www.desansiedad.com/blog/la-verdad-detras-de-las-mentiras-que-nos-decimos
https://www.desansiedad.com/blog/por-que-el-estres-te-enferma-ansiedad