Los Planes Parciales de Desarrollo Urbano (PPDU), son instrumentos de planificación, que permiten el ordenamiento territorial de acuerdo a las condiciones y características particulares de cada sub-distrito de la ciudad. Los PPDU deben estar en orden y seguir las líneas de instrumentos superiores de planeación, como son los Planes Estatales, Regionales o Metropolitanos, pero son más detallados y con datos específicos para el área delimitada. También deben estar en concordancia y conservar los objetivos del plan o ley general del que se derivan, todo esto a través de la implementación de estrategias y políticas reguladoras en materia de: Usos de suelo, Infraestructura, Equipamiento y Espacios Verdes. Por ello, aunque los PPDU están diseñados para un área determinada de la ciudad, deben formar parte de una estrategia que considere las necesidades de la colonia y de la delegación, esto incluye aspectos físicos de la estructura urbana, afectaciones al medio ambiente, así como de factores políticos, económicos y sociales.
Los cambios al Plan Parcial de Polanco siempre han sido sujetos de profundas críticas por parte de los activistas y comités vecinales, por ejemplo, en 2007 cuando Gabriela Cuevas era delegada se criticó fuertemente que el proyecto no considerara el control ciudadano sobre las pretensiones de los desarrolladores y que no daba restricciones a las autoridades en materia de permisos y licencias, tanto para construcciones nuevas como para la apertura de establecimientos mercantiles (mismos que los vecinos ya no aprueban, debido a la enorme cantidad de negocios en la zona).
Con Demetrio Sodi se elaboró un nuevo proyecto que fue puesto al conocimiento de la comunidad y se discutió en asambleas vecinales, se apoyó el proyecto con las siguientes bases: eliminar la aplicabilidad de los polígonos de actuación y la transferencia de potencialidades en todo el espacio de la colonia, se permitían hasta cuatro pisos pero el último nivel debía construirse arremetido cuatro metros al fondo y se delimitaba el perímetro para la expedición de licencias para nuevos establecimientos mercantiles.Con Víctor Romo pasó algo similiar, pero tuvo que tardar casi 7 años para ser aceptado por la ALDF. Algo queda claro, los delegados siempre quieren modificar el Uso de Suelo en los PPDU y de esta manera dar paso al desarrollismo.
A pesar de las modificaciones, el Plan Parcial aún logra su cometido (aunque a veces es atropellado por las autoridades) gracias a este la colonia no se ha atascado de torres, giros mercantiles y antros, aunque la presión para la apertura de estos es excesiva y ya hay muchas violaciones al Uso de Suelo. Así mismo siguen existiendo antros que no tienen licencia o al menos 15 de los que tienen «permisos» cierran a las 6 u 8 de la mañana, en vez de a las 3:00 a.m. (el límite establecido por la Ley de Establecimientos Mercantiles).
Los comités ciudadanos han presionado a lo largo de los años para que ya no se hagan más obras, han logrado detener algunas y regular otras, pero es una guerra permanente ya que la corrupción se inicia en la SEDUVI, donde sus secretarios han sido inmensamente corruptos u omisos, igualmente estas irregularidades no son detenidas por los delegados de la Miguel Hidalgo (sin importar si son del PAN como del PRD).
Frente a esta crisis tanto Víctor Romo, candidato ganador en Miguel Hidalgo y ex delegado (2012-2015) y la candidata del PAN Margarita Martínez Fisher prometieron en su campaña corregir todo esto. Romo promete respetar el Plan Parcial y los Usos de Suelo, pero dado los antecedentes que tiene como delegado, el tiempo dirá.
Debido a que la delegación (ahora alcaldía) Miguel Hidalgo tiene la más alta calificación urbana en la ciudad por las calles arboladas, buenos servicios, las grandes áreas verdes -el Bosque de Chapultepec pertenece a esta-, relativa cercanía al centro y amplias avenidas, ha alcanzado el precio más alto por metro cuadrado de todo el país, por lo que los inmobiliarios han buscado construir dentro de esta delegación y como tienen parcialmente bloqueado Polanco, Lomas y Bosques se concentraron en las zonas aledañas como las colonias Granada y Anáhuac donde ya llevan 15 mil departamentos y tienen planeados 200 edificios más, lo cual convirtió a estas colonias en un absoluto y completo fracaso urbano por carecer de vías de comunicación, transporte público, tiene mini banquetas (nulas en ocasiones, por lo que no hay manera de andar a pie), no tiene parques ni escuelas, tampoco lugares al aire libre para reunión, y quizá se convirtió en el fracaso más grande urbano de esta ciudad por su costo, a pesar de ello siguen construyendo con una voracidad e irresponsabilidad.
Los vecinos tanto de Polanco, Lomas, Granadas, Anáhuac, Irrigación, Anzures ya reaccionaron y aunque auú hay pasividad la mayoría apoyan que se detenga el desastre urbano inminente, han solicitado que se regulen estas colonias y se impida el avance del Cartel Inmobiliario, esperan que con la gestión de Víctor Romo se logre, pero saben que solo será así sí los vecinos y los comités presionan públicamente, bloquean las ilegalidades y la voracidad.
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