Yo Polanco. Lo que fui, lo que soy

MEMORIAS DE TIEMPOS MEJORES

Gloria Villalobos quien es “La cronista de Polanco”, vecina desde su infancia y bien conocida por los habitantes publicó su nuevo libro Yo Polanco, Lo que Fui, Lo que soy en el que presenta el origen del nombre de la colonia, sus primeros años, algunos lugares emblemáticos como los espejos de agua del Parque Lincoln, la historia de las casas más antiguas e icónicas de Polanco, anécdotas de algunos de sus habitantes, entre otras curiosidades de la colonia; a través de las páginas de sus libros se ha dedicado a guardar los testimonios de la colonia a la que pertenece, a su hogar.

El objetivo de sus libros es claro: la memoria, el recuerdo y ¿por qué no? la enseñanza. La cronista va mostrando los cambios que han ocurrido en la colonia -y que ha vivido desde su infancia- a través de fotografías e infografías, muestra el antes y el después de diferentes lugares de impacto arquitectónico, cultural, o que recuerdan con cariño los vecinos.

En los primeros capítulos cuenta la historia de Polanco cómo fue buscando y reconstruyendo los datos, desde el primer archivo que menciona el nombre de la colonia: cuando fue adquirida por Eduardo Cuevas Lascuráin la fracción quinta de la Hacienda y Molino nombrada “San Juan de Dios de los Morales” con fragmentos de dos ranchos anexos: “El Huisachal” y “Polanco”.

Lo siguiente es la historia del nombre de la colonia, los primeros fraccionamientos y calles, los nombres que les pusieron a estas, después un recuento por la arquitectura del lugar, un recuento de los primeros pobladores, la historia de los parques de la colonia, sus estatuas. Al final hay breves anécdotas de los habitantes y una sección de personas actuales que han hecho algo por su entorno.

Con este libro, Gloria Villalobos conmemora los años jubilosos que los adultos de Polanco recuerdan con cariño y da fe a que en está colonia existieron tiempos mejores, en los que no había caos vehicular por insuficiente infraestructura, antros ruidosos, restaurantes desordenados, entre otros males que aquejan el lugar. Incluso con su lectura podría dar el empujón a que los jóvenes decidan cuidar lo poco que queda de los días dorados de la colonia.